S. Fanti 1919-1997.

El Micropsicoanálisis

El micropsicoanálisis es una técnica psicoanalítica actualizada.

El micropsicoanálisis es una técnica psicoanalítica de origen suizo que recoge la experiencia clínica de más de 100 años del psicoanálisis freudiano perfeccionando determinados aspectos de la teoría y de la práctica.

Innovaciones que potencian el método asociativo.
Desde el punto de vista técnico, el micropsicoanálisis se caracteriza por una serie de puestas a punto que potencian el método asociativo de Freud. Las principales son: las sesiones largas y otras innovaciones denominadas recursos técnicos, como el estudio, en sesión y en momentos precisos del trabajo, de las fotografías familiares y de otros documentos personales del analizado.

Poner orden en la vida en unas cuantas semanas de trabajo.
Desde el punto de vista práctico, la calidad de trabajo que se consigue con la técnica micropsicoanalítica permite, en la mayoría de los casos, sentir alivio desde las primeras sesiones, tomar conciencia relativamente pronto de los puntos más conflictivos y poner orden en la vida en unas cuantas semanas.

El micropsicoanálísis fue creado por el psicoanalista suizo Silvio Fanti quien junto con sus primeros colaboradores fundó en 1973 la SIM - Sociedad Internacional de Micropsicoanálisis, cuya sede está en Suiza y agrupa a los psicoanalistas formados en esta técnica.


La técnica micropsicoanalítica.


Freud, Jung y otros psicoanalistas Univ. de Clark, 1909.

Un método que permite poner orden en la vida.
"El ser humano piensa que se conoce pero en realidad vive sobre un montaje que tiene mucho de irreal. Las consecuencias son en ocasiones muy pesadas: la inseguridad, la frustración, el cansancio, la rabia, el miedo, la angustia, los problemas familiares… la mayoría de los sufrimientos vienen de ahí".

El micropsicoanálisis se basa en los grandes descubrimientos de Freud.
El desconocimiento de la propia vida está relacionado con la represión de experiencias y afectos infantiles guardados en un sistema de memoria primitiva, difícil de comprender, al que Freud denominó inconsciente. Para solucionar ese problema Freud creó el psicoanálisis, terapia que se asienta sobre el método asociativo y que tiene como base la palabra.

"Nuestra terapia se funda en el conocimiento de que las representaciones inconscientes, -o mejor dicho- la naturaleza inconsciente de ciertos procesos anímicos es la causa primera de los síntomas patológicos". "Sobre psicoterapia" S. Freud, 1904.

Quizás es interesante recordar que el método asociativo o de libre asociación de ideas, ideado por Freud, es posterior a otros intentos de abordar las experiencias olvidadas que a la larga no dieron los resultados esperados como por ejemplo la hipnosis.

Innovaciones que potencian el método asociativo.

"Empezamos a trabajar todos los días, dos o tres horas seguidas, o más. Entonces, observé que una sesión de esta duración vale más que cien sesiones de 45 minutos y ya no he hecho nunca más sesiones cortas… Poco a poco, a lo largo del desarrollo del micropsicoanálisis he introducido lo que yo denomino los recursos técnicos. Por ejemplo, el estudio de las fotografías… Examinando las imágenes de familia… con una determinada técnica, el analizado descubre mil cosas que no descubriría jamás sin las fotos…"
S. Fanti 1953.

Este extracto de "J'ai peur, docteur" resume la razón de ser de las innovaciones técnicas del micropsicoanálisis.

Por qué la palabra tiene un efecto terapéutico tan grande.
El método asociativo es la clave de la eficacia terapéutica. En realidad el hecho de contar la vida, siempre que sea asociativamente, cura porque abre nuevas vías de comunicación que llegan hasta las estructuras más profundas del psiquismo. Esto le permite a uno no sólo conocerse y tomar las riendas de su vida, sino también canalizar la energía psíquica de manera más adecuada. La consecuencia es que la tensión disminuye con lo que los síntomas pierden su razón de ser y desaparecen definitivamente.

Cómo se lleva a cabo un micropsicoanálisis.

Contar la vida libremente.
En la práctica hacer un micropsicoanálisis consiste en contar la vida libremente, tal cual como se le viene a uno al pensamiento, hasta llegar a los detalles más íntimos para poder revivir sobre el diván momentos clave de la historia presente o pasada.

El trabajo se hace en sesiones individuales sobre un diván.
En micropsicoanálisis se trabaja siguiendo unas normas determinadas cuyo objeto es poder asociar libremente. Estas siguen las grandes líneas del psicoanálisis clásico: las sesiones son individuales, sobre un diván, nunca cara a cara, etc. etc.

El micropsicoanalista es neutro y sigue las asociaciones libres del analizado.
La labor del micropsicoanalista es fina y delicada. Consiste en seguir con neutralidad lo que dice su analizado teniendo cuidado de no interferir los hilos asociativos de su discurso y procurar ayudarle a ampliarlos con sus intervenciones que ponen en evidencia los puntos clave que determinan su vida.

Una técnica precisa y eficaz.
Las innovaciones de la técnica micropsicoanalítica proporcionan al analizado los medios más adecuados para conocer, revivir, verbalizar y conectar asociativamente todas las facetas que componen su vida. Así, el analista dispone también de los elementos necesarios para hacer bien su trabajo. Este es el espíritu que llevó al descubrimiento de las sesiones largas y de los recursos técnicos.

Una formación adecuada.
La práctica del micropsicoanálisis requiere una formación larga y específica. La Sociedad Internacional de Micropsicoanálisis exige a sus profesionales una formación rigurosa. Entre otras cosas un profundo micropsicoanálisis personal, una serie de conocimientos teóricos, el manejo de la técnica y unas

Las sesiones largas.

Elemento clave de la técnica.
Las sesiones largas constituyen el elemento central de la técnica micropsicoanalítica. El esquema tipo es el de sesiones de tres horas cinco veces por semana. Estos dos parámetros: duración y frecuencia son complementarios.

Las sesiones largas ayudan a abrirse.
Las sesiones largas están concebidas para dar al analizado el máximo de oportunidades para expresar lo que no puede exteriorizar en ningún sitio: todo está preparado para que pueda verbalizar libremente y sin artificios lo que le viene al pensamiento y lo que siente. La libertad de expresión que dan las sesiones largas favorecen las asociaciones libres.

Dan tiempo a revivir los sentimientos sobre el diván.
Dado que una sesión larga promueve las vivencias, permite que afloren sentimientos y no solamente tomas de conciencia intelectuales. Más que remover el pasado, hacer un micropsicoanálisis consiste sobre todo en revivir sobre el diván momentos clave de la historia reciente o pasada. El analizado revive así, con una abundancia de detalles y sobre todo con una carga afectiva adecuada, las situaciones que han marcado su desarrollo. Con la progresión del análisis, los afectos expresados van a unirse a representaciones reprimidas, lo que a fin de cuentas permite atenuar determinadas distorsiones emocionales que amargan la vida.

El pasado y el presente recobran su sentido.
En sesión, el analizado oscila en permanencia entre presente y pasado. Asociar libremente no significa estar aislado del mundo: las vivencias cotidianas, los objetos que nos rodean siguen estando presentes en la mente. Después de pasadas una o dos horas sobre el diván, el analizado es capaz de conectar determinados aspectos de su vida actual con vivencias antiguas, une asociativamente relaciones correspondientes a su vida adulta con personajes de antes y con episodios de su infancia. Así, llega a comprender sus interacciones con lo que le rodea, a conocer lo que proyecta y lo que recibe, a percibir que determinados estímulos externos encuentran una resonancia profunda en él, lo que le lleva a poder reaccionar y, si acaso, a evitar.

Así, la persona en micropsicoanálisis conecta poco a poco los hilos perdidos de su vida, reconstruye partes de su memoria que habían sucumbido debido a la represión y descubre un sentido a su historia
y a la de su familia.

Otros beneficios de la técnica de sesiones largas.
Dadas las características técnicas, en muchas ocasiones, el analizado se puede desplazar durante unas cuantas semanas fuera de su medio habitual para realizar parte de su análisis. La disponibilidad de un analizado en estas circunstancias, es enormemente beneficiosa para el trabajo y, concretamente en determinados casos en los que el analizado está "incrustado" en su entorno, es decisivo para su buena

Los recursos técnicos

Estudio de las fotografías
Los recursos técnicos incorporan al relato elementos importantes de la realidad.
Los recursos técnicos constituyen una de las mayores innovaciones que el micropsicoanálisis ha aportado a la práctica analítica. Se trata del estudio en sesión por parte del analizado de documentos que se refieren a él: fotografías personales, familiares y de su entorno próximo; su árbol genealógico hecho a partir de informaciones que ha podido obtener acerca de sus antepasados; los planos de los lugares en que ha vivido durante su infancia, y que él mismo ha dibujado de acuerdo con sus recuerdos; diversos escritos, como sus libretas escolares, diarios íntimos, correspondencia familiar y amorosa. A estos cuatro puntos técnicos, se añade la escucha al final del análisis de algunas sesiones grabadas a lo largo del trabajo.

Estudio del árbol genealógico
La utilización de los recursos técnicos obedece a reglas precisas.
Son introducidos cuando el analizado ha contado ya su vida en detalle y ha revivido episodios clave. Pero lo más importante, es que hace falta un tiempo de elaboración asociativa de al menos una hora y media, a lo largo de la misma sesión, después de haber observado o estudiado los documentos. Esto es indispensable para que el analizado integre de forma natural a su mundo interior lo que ha percibido y sentido durante la toma de contacto con los documentos. Así, el estudio analítico de documentos sólo se puede hacer en sesiones largas.

Ayudan a reconstruir la verdadera historia personal y familiar.

Este trabajo ayuda al analizado a volver a encontrar poco a poco, incluso a descubrir, lo que le ha formado, los orígenes que lleva en él, la influencia que sus padres o sus antepasados han tenido sobre su desarrollo... Partiendo de cuando era pequeño o adolescente y de otras situaciones vividas, puede ponerse de nuevo en contacto con lo que hacía, amaba, pensaba, sentía... y darse cuenta de por qué ha llegado a ser el adulto que es. En suma, el estudio de estos documentos vitales le permiten reconstruir su auténtica historia personal y familiar.

Estudio de los planos de las casas.
Conocer la intimidad y situar los puntos más conflictivos.
Los diferentes documentos estudiados en sesión acaban por articularse entre ellos: un detalle fotográfico se conecta con un fragmento de correspondencia que conduce a un lugar de la infancia que lleva de nuevo a algún aspecto de la genealogía... Todas estas informaciones tienden a integrarse asociativamente en la memoria de las vivencias que han marcado el desarrollo de la personalidad, en la trama psíquica tejida por los fantasmas y los sueños, que constituyen la estructura de la persona, ayudándole a situar antes sus puntos más conflictivos.

El hecho de conocerse refuerza la propia identidad.
El efecto de las sesiones de micropsicoanálisis va mucho más allá del aspecto terapéutico. No solamente el analizado se da cuenta del origen inconsciente de sus sufrimientos y de sus síntomas neuróticos, sino que da sentido a su vida. El hecho de conocerse y de situarse en su historia personal, familiar y social, tiende a reforzar su identidad y le permite crear una nueva manera de estar en el mundo.


Eficacia de un micropsicoanálisis


Un micropsicoanálisis alivia porque abre vías adecuadas para canalizar la tensión.
Desde el punto de vista terapéutico, gracias a las sesiones largas, en la mayoría de los casos, la persona siente alivio desde las primeras sesiones. Una sesión de tres horas casi cotidiana da una libertad de expresión extraordinaria, pero la eficacia terapéutica del micropsicoanálisis se debe a que su técnica facilita el desarrollo de las asociaciones libres. Estas crean auténticos canales de comunicación en el psiquismo que permiten liberar la tensión de manera más adecuada.

Los síntomas acaban por desaparecer y se logra un nuevo equilibrio.
La disminución de la tensión psíquica lleva a la desaparición de los síntomas y al establecimiento de un equilibrio psicobiológico más adecuado.

Conocerse y poner orden en la vida.
Desde el punto de vista práctico, la reconstrucción asociativa de la vida que se hace a lo largo de un micropsicoanálisis, le permite a uno saber quién es hasta llegar a comprender su propio inconsciente y las raíces familiares que lo constituyen, liberarse de los fantasmas del pasado, dar sentido a la vida y sentirse más a gusto consigo mismo y con su entorno.

Capacidad para comprender y asimilar los acontecimientos.
Los efectos de un micropsicoanálisis no son temporales. Una vez que las vías de comunicación han sido creadas, quedan abiertas para siempre. En adelante la persona tiene la capacidad de comprender y asimilar los nuevos acontecimientos de la vida, se siente más segura y puede utilizar la energía para fines provechosos como amar, trabajar y disfrutar.

¿Cuánto tiempo es necesario para hacer un micropsicoanálisis?


Un micropsicoanálisis suele hacerse por tramos de sesiones de 6 a 10 semanas.
La cantidad y duración de los tramos lo determina el micropsicoanalista y está en función de varios factores. Entre los principales están: el problema de la persona, su estructura psíquica, su disponibilidad y el interés por conocerse.

Un tramo puede ser suficiente.
Algunas personas haciendo un solo tramo se sienten bien y puede ser suficiente. Por ejemplo, un tramo puede bastar para equilibrar una neurosis ligera, descargar la ansiedad y el estrés, recuperar la estabilidad perdida por un suceso doloroso, una situación de incertidumbre, tensiones familiares….

Antes de tomar una decisión importante.
También es deseable hacer un tramo de micropsicoanálisis antes de tomar una decisión importante como casarse, tener un hijo, divorciarse, cambiar de profesión, de país, de casa, emprender un negocio… en esos casos unas ocho semanas de sesiones largas casi a diario suelen ser suficientes para aclarar las ideas, decidir lo que a uno le conviene y evitar decisiones que llevan a situaciones complicadas.

Una experiencia enriquecedora.
Hay que tener en cuenta que el sólo hecho de contar la vida libremente y en las condiciones que brinda el micropsicoanálisis, aunque no sea más que durante unas semanas, es una experiencia sumamente enriquecedora que le permite a uno hacer un alto en el camino, liberar tensiones y replantearse las cosas con más tranquilidad.


Más tramos.
Si se continúa el análisis, el analizado profundiza los detalles de su vida privada, y profesional, de su intimidad emotiva, de su vida cotidiana, de sus hábitos, de su sexualidad y de su agresividad, de su cuerpo, de su salud, de su vida cuando era niño… y va a empezar a poner en evidencia sus fantasmas, sus deseos, sus miedos y las repeticiones positivas y negativas que puntúan su vida.

Después, una vez que ha contado y conocido su intimidad, va a tener la ocasión de ahondar el complejo escenario familiar, donde ha pasado los primeros años de vida y donde han tenido lugar las primeras experiencias y deseos…. la relación que tuvo cuando era niño con el padre, la madre, los hermanos, los abuelos…. Relación casi siempre compleja y ambivalente, con sus amores y odios, preferencias, celos, rivalidades, desengaños… llena de deseos frustrados, reconocidos a veces, realizados otras… que determinan la vida del adulto y constituyen el germen de sus dificultades.

Cuando una persona llega ahí, sabe básicamente cómo es. Esto suele bastar para desactivar la mayoría de los problemas y adquirir las herramientas suficientes para encajar las dificultades de la vida.

Varios tramos no significan necesariamente un problema importante.
Pero la técnica micropsicoanalítica permite ir incluso más allá, ya sea por deseo de conocerse mejor o por la necesidad de liberarse de algunos problemas que parecían irresolubles.

A partir de ahí, es el momento de rememorar la relación primitiva con su madre y los primeros cuidados maternos más o menos placenteros, más o menos amorosos, reconocer y comprender los sentimientos de posesión, dependencia, fusión, rechazo, exclusión y abandono.
Por ejemplo, para liberarse de una depresión recurrente, un duelo patológico o determinadas dependencias, es preciso llegar a esta fase de análisis.

Y la última etapa, que constituye el final de un micropsicoanálisis, es la del análisis de todo aquello que está relacionado con las experiencias y deseos cuyo origen se remonta a edades muy tempranas de la vida, entre los dos y los cuatro años. Es el período de la educación, de la limpieza, del no, en el que se desarrolla la pulsión de dominio, el control de los esfínteres, de los músculos en general y del propio psiquismo. Control necesario para poder andar, hablar, estar limpio, relacionarse con los demás y conquistar un espacio dentro del entorno familiar, en especial con respecto a la madre. Es un momento complicado lleno de dificultades y de prohibiciones en el que se forja el carácter y en el que el niño tiene que acostumbrarse a adaptarse a la realidad. Las neurosis obsesivas, de carácter, de fracaso, determinados problemas relacionados con la pérdida de control, problemas graves en relación con la agresividad, algunos tipos de anorexia y bulimia… tienen como origen dificultades surgidas en esta fase del desarrollo.

Campo de trabajo del micropsicoanálisis

La técnica micropsicoanalítica dispone de un esquema de trabajo preciso, pero suficientemente plástico para adaptarse a situaciones diversas y abordarlas con éxito:

  • Personas con un psiquismo sano que quieren conocerse mejor y saber cómo funciona el psiquismo humano.
  • Personas que sin tener problemas graves creen que pueden desarrollarse más plenamente y quieren comprender determinados aspectos de la vida que no logran entender o les provocan cierta inquietud.
  • Personas que tienen problemas psíquicos o psicosomáticos que les hacen sufrir y les condicionan la vida negativamente.
  • Adolescentes problemáticos.
  • Personas de edad avanzada que sufren de soledad, angustia, celos…
  • Casos límite y difíciles como pueden ser neurosis obsesivas graves, falta de control de impulsos, drogodependencias, síndrome bipolar agudo, determinadas psicosis incipientes…

Un modelo del psiquismo que completa la metapsicología freudiana

Desde el punto de vista teórico, el logro más importante del micropsicoanálisis es haber hecho una reformulación del psiquismo más práctica. Se trata de un modelo energético que parte de la experiencia de las sesiones largas e incorpora conceptos de otras ciencias en especial los de la física cuántica.

El modelo micropsicoanalítico del psiquismo completa la metapsicologia freudiana y explica mejor muchos de los hallazgos actuales de las neurociencias.

Para saber más, usted puede consultar a continuación los siguientes artículos:

Usted encontrará más información acerca de esta técnica así como de otras cuestiones referentes al micropsicoanálisis en www.micropsicoanalisis.com

Formación del micropsicoanalista

M. Klein – M .Bonaparte.
Una formación específica larga y rigurosa.
Para ser micropsicoanalista, aunque el candidato sea médico o psicólogo, es necesario una formación específica. Esta consiste en: analizarse, adquirir una serie de conocimientos teóricos y técnicos, hacer prácticas supervisadas y pasar una serie de controles.

La Comisión para la Práctica.
La formación del micropsicoanalista está regulada y garantizada por la Comisión para la práctica, órgano de la Sociedad Internacional de Micropsicoanálisis que se encarga de ello.




La formación consta de tres etapas:

1.- Micropsicoanálisis personal.
El análisis personal es el primer paso para ser micropsicoanalista y consiste en analizarse con un micropsicoanalista practicante, es decir hacer un micropsicoanálisis personal como lo puede cualquier persona.
Esto es preciso para que el futuro micropsicoanalista conozca su propio inconsciente, desactive sus principales núcleos neuróticos, adquiera la neutralidad necesaria para captar el inconsciente de su analizado y le pueda ayudar a deshacerse de sus conflictos. Hay que tener en cuenta que el analista tiene que saber muy bien cómo funciona sus psiquismo puesto que es su herramienta de trabajo.

2.- Micropsicoanálisis didáctico.
Es una profundización del análisis personal que se enfoca hacia el conocimiento general del psiquismo así como hacia la teoría y la técnica psicoanalítica y en especial la micropsicoanalítica. Y se hace con un micropsicoanalista didacta (habilitado para formar a futuros micropsicoanalistas).
Esta segunda etapa de formación se empieza alrededor de un año después de haber concluido la primera, tiempo durante el cual el analizado se prepara estudiando literatura especializada.
El análisis didáctico también se lleva a cabo por medio de sesiones individuales sobre el diván. Además el futuro micropsicoanalista debe de asistir a seminarios de formación de la Sociedad Internacional de Micropsicoanálisis-SIM y estudiar a fondo las obras de base del micropsicoanálisis así como las de psicoanálisis, Freud especialmente y las principales corrientes de psicoanálisis contemporáneas. Además de estos conocimientos específicos, es preciso que el analista adquiera sólidas nociones de biología general y humana, de antropología, filosofía, historia de las religiones y de las civilizaciones, mitología, psicología y lingüística. También debe de familiarizarse con los grandes síndromes psicopatológicos no solamente por medio de lecturas sino asistiendo durante algunos meses a algún servicio de psiquiatría.
Poco a poco, a lo largo de las sesiones, el futuro micropsicoanalista va a enriquecer su material personal integrando asociativamente el conjunto de conocimientos adquiridos. Todo ello le permitirá comprender mejor a sus futuros clientes.
Por su parte, el analista didacta transmite al candidato la técnica micropsicoanalítica. Así, el futuro analista a lo largo de estas sesiones, asimila las sutilidades técnicas del micropsicoanálisis, por ejemplo, la manera adecuada de aplicar la regla de neutralidad y abstinencia, cómo manejar la duración y la frecuencia de las sesiones en función de la dinámica del trabajo, cuándo introducir tal o cual recurso técnico o cuáles son los criterios de avance y fin de un micropsicoanálisis.

A lo largo del análisis didáctico se consolidan las cualidades humanas que se empiezan a desarrollar durante el análisis personal, necesarias para la práctica. Estas son: honradez, paciencia, disponibilidad, plasticidad, comprensión, generosidad y capacidad para aceptar al otro como persona. Gracias a ellas, el analizado puede establecer una buena alianza de trabajo, aceptar la neutralidad del analista en sesión y las frustraciones de la regla de abstinencia, y abrirse a medida que va desanudando sus conflictos agresivos y sexuales infantiles reprimidos.
El final de este segundo período de formación lo decide el micropsicoanalista didacta. Su decisión se basa en si el candidato ha liquidado sus conflictos inconscientes, ha asimilado la técnica y ha desarrollado las cualidades humanas necesarias para ser un buen micropsicoanalista. A partir de ahí, y después de haber presentado un trabajo teórico, adquiere la categoría de miembro habilitado y puede empezar a ejercer.

3.- Sesiones de control
Se efectúan con un micropsicoanalista didacta. Consisten en la supervisión por parte del micropsicoanalista didacta de al menos los tres primeros micropsicoanálisis o las 2500 primeras horas de trabajo. En ellas se pone especial atención al análisis de la contratransferencia. Estas supervisiones también se llevan a acabo por medio de sesiones individuales sobre diván.
Cuando ha terminado las sesiones de control, el micropsicoanalista presenta un trabajo clínico ante la CPP-Comisión para la práctica de la Sociedad Internacional de Micropsicoanálisis quien, de acuerdo con su micropsicoanalista controlador, le otorga el título de micropsicoanalista.
En suma, la formación del micropsicoanalista es larga y rigurosa. El ser micropsicoanalista corresponde a un compromiso vital importante que exige una experiencia que se adquiere con el ejercicio de la profesión y un esfuerzo prolongado. Hay que tener en cuenta que sólo el micropsicoanálisis personal y el didáctico suponen entre 1200 y 1500 horas de sesiones para lo cual son necesarios al menos cinco años de intenso trabajo.

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